JESÚS NOS INVITA A REINICIAR RENOVADOS EL CAMINO.
Nota: Este es el primer encuentro desde el año pasado, y ocurre en un tiempo muy especial para los cristianos, y en particular, para los católicos: la Iglesia celebra jubilosa la Resurrección del Señor Jesús. La bienvenida deberá estar impregnada de este espíritu de alegría y de compromiso de vivir una Pascua distinta porque nosotros somos distintos ahora que estamos liberados de la carga del pecado y de la oscuridad de la muerte.
Ambientación: Una imagen de Cristo Resucitado, o simplemente del rostro de Cristo, y un cirio ojalá adornado, al modo del Cirio Pascual.
ACOGIDA: Saludos: Recordemos que hubo de omitirse la Celebración correspondiente a la imposición de cenizas, pues Cuaresma fue vivido con anterioridad al inicio de actividades, Por ello será bueno recibir a cada uno con alguna palabra especial, llamándolo por su nombre (Jesús llamó por su nombre a María de Magdala, y la voz del Señor permitió su reconocimiento y la alegría de la mujer).
ORACIÓN:
Monición: Cristo Resucitado nos invita hoy a caminar junto él para que, iluminados por su Espíritu Santo, recordemos lo que aprendimos el año pasado y nos animemos unos a otros a mantenernos constantes y fieles.
Canto: “Resucitó…, resucitó…, resucitó: ¡Aleluya!…”
Testimonios: Alguno de los niños/papás es invitado a dar gracias por el reinicio de estos encuentros.
Oración: Nos imaginamos la alegría de la Virgen al reencontrarse con su Hijo. Por ello le pedimos que nos ayude a reencontrarnos durante este año como esposos y padres y también como amigos de todos, a imitación de la Familia de Nazareth.
Para qué nos reunimos: para escuchar el llamado que nos hace Jesús a reiniciar la marcha iniciada el año pasado y que se resumió durante la Cuaresma pasada:
- ¿Nos sentimos, realmente, convertidos? ¿Qué signos de conversión personal auto observamos?
I. EXAMEN DE NUESTRA VIDA
- Recordemos las etapas de nuestra catequesis anterior:
- Jesús nos llama de distintas maneras a ser sus discípulos.
- Jesús nos recuerda la responsabilidad de nuestro ministerio de padres.
- Jesús nos recuerda y enseña cómo el Espíritu de Dios está en nosotros y actúa por medio de nosotros.
- Jesús se nos entrega como síntesis del antiguo testamento que finaliza la Antigua Alianza e inicia la Nueva Alianza por medio de María: Jesús es Hombre y es Hijo de Dios.
- Jesús es nuestro Maestro, que nos enseña con su Palabra (Evangelio) con una pedagogía de amor, atenta solicitud y extremado servicio: entrega su propia vida en testimonio de su Evangelio.
- ¿De qué manera asimilamos en nuestra vida esas enseñanzas?
II. DIOS ILUMINA NUESTRA VIDA
Evangelio según San Lucas 24,13-35. Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén. En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido. Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos. Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. El les dijo: "¿Qué comentaban por el camino?". Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!". "¿Qué cosa?", les preguntó. Ellos respondieron: "Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo, y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas. Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro y al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron". Jesús les dijo: "¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?" Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él. Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba". El entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista. Y se decían: "¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?". En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos, y estos les dijeron: "Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!". Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Reflexión del grupo:
- ¿Sabemos nosotros qué pasó en Jerusalén?
- ¿Qué recordamos de la Cuaresma y de la Semana Santa?
- ¿Cómo culminó el Domingo pasado?
- ¿Qué parecidos y diferencias encontramos entre la celebración de la Pascua Judía y nuestra Pascua de Resurrección?
- ¿Qué relación se nos ocurre puede existir entre los acontecimientos de la cuaresma y de la Semana Santa y la Eucaristía?
Momento para orar: Se sugiere que se motive a pedir la Luz para comprender el misterio del Sacrificio de Jesús y para iluminar el camino en esta etapa final de la preparación a la Primera Eucaristía de nuestros hijos.
Compromiso para la semana:
Repasar en familia las etapas vividas durante la Semana Santa y cumplir las tareas del Cuaderno del Niño correspondientes a los encuentros 2 y 3.